El merengue, suspiro o merengue francés, es una deliciosa crema que se prepara con muy pocos ingredientes; tiene algunas variantes como el italiano preparado con almíbar o el suizo que se prepara al baño María.
La diea de hacerlos comenzó hace dos días #gabbysofia quería comer merengues, simplemente los vió y se antojo diciendo "yo quiero eso". Para calmarla y evitar una pataleta le dije que podíamos hacerlos en casa como mejores amigas en la cocina se alegró, desde entonces siempre que me veía entrando a la cocina, arrastraba su sillita hasta el mesón y se montaba para tener una mejor altura para supervisar lo que estaba haciendo preguntando si ya comenzariamos a hacer el postre.
Cuando llegó la hora de hacer los merengues, la ansiedad de gabby no fue de mucha ayuda porque al tener que estar pendiente de ella y de batir las claras, éstas se bajaron y no pude volver a montarlas; razón por la cual en el primer intento terminé usando las claras batidas para hacer unos cupcakes blancos (los cuales también quedaron super deliciosos).
Para poder hacer los merengues, me tocó esperar la hora de la siesta de gabby para poder hacerlos tranquilamente. Por esa razón, antes de la receta y los ingredientes, colocaré unos consejos que serán de mucha ayuda para tratar con los huevos al momento de hacer nuestros merengues.
Consejos:
- Los huevos deben estar a temperatura ambiente, ya que si están recién sacados de la nevera, las claras no se montarán bien.
- Una pizca de sal antes de batir las claras, hará que se monten más rápido haciendo que tengamos que batir menos.
- Evitar cualquier trocito de cáscara en las claras. También es muy importante separar totalmente las claras de la yema, de manera que estén limpias y sin restos.
- Para batir las claras y que adquieran la consistencia adecuada debemos utilizar la varilla de repostería tradicional ya sea a mano o con batidora electrica.
- El ritmo debe ser contínuo, con movimientos envolventes, para que entre aire en la crema y esta adquiera volumen y consistencia.
- El azúcar en polvo se mezcla más rápido que el azúcar normal con las claras, pero cualquiera de las dos sirve sin ningún problema.
- Cuando el merengue esté en su punto, comprobar que no queden restos de clara sin batir en el fondo para evitar que se baje.
- Para darles color, separa el merengue en varios recipientes, un tazón por color. En lo posible no usar colorante líquido, pude licuar el merengue. Comenzar aplicando una gota al merengue y batiendo un poco más con las varillas eléctricas a velocidad baja o con una espátula manualmente haciendo movimientos envolventes, si necesitas un color más intenso agrega otra gota de colorante y vuelve a batir.
- La temperatura del horno debe ser mínima para que las claras se cocinen por dentro sin quemarse por fuera.
- Al no tener papel mantequilla para evitar que se peguen los merengues, espolvoreo un poco de harina de trigo en la base de la refractaria.
Ingredientes
- 4 claras huevos, limpias y sin rastros de yemas
- 1 taza de azúcar
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de esencia de vainilla o del sabor que prefieras
Paso a paso
- Vertir las claras de huevo y la sal en un bol suficientemente grande, hay que tener en cuenta que después aumentarán mucho de tamaño.
- Batir enérgicamente hasta que adquieran consistencia, es decir a punto de nieve, usando una varilla eléctrica o batidora.
- Añadir el azúcar lentamente y seguir removiendo para que quede bien integrado, añadir la esencia y batir la mezcla hasta quedar brillante, espumosa y forme picos.
- Si no tienes manga pastelera, con una cuchara colocar un poco de la mezcla en la refractaria dejando espacios entre las mismas, también puedes usar capacillos de cupcakes.
- Llevar al horno durante 1 hora a la temperatura mínima (120°C).
- Sacar, dejar enfriar. y servir con mucho amor!
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